viernes, 28 de febrero de 2014

Beautiful Stranger. Un desconocido encantador.



Sara Dillon llega a Nueva York huyendo de una relación infeliz. Joven, lista y guapa, su única regla es no establecer lazos con nada y con nadie así que, cuando conoce a Max, un misterioso playboy inglés tremendamente atractivo, no duda en dejarse llevar por la pasión. Pero lo que tenía que ser un lío de una noche se convierte en una relación rebosante de adrenalina, sexo salvaje... y amor. Mientras Max empieza a pensar que ha encontrado a su media naranja, Sara siente pánico ante la idea de enamorarse. ¿Será verdad las personas pueden cambiar y que Max está dispuesto a llegar hasta el final? ¿Y ella? ¿Está dispuesta a perder su recién ganada libertad?
Opinión:
Un desconocido encantador es la segunda entrega de una serie erótica. Las descripciones de las prácticas sexuales que llevan a cabo los protagonistas son explicitas y el lenguaje directo. Aunque forme parte una serie esta novela se puede leer perfectamente de forma independiente.
La voz de la narración de capítulo a capítulo se va alternando, con lo que podemos conocer el pensamiento y sentir de los dos protagonistas en igual medida. Ha sido estupendo y de lo más ameno poder ver a través de sus ojos la evolución de su relación.
Debo reconocer que Sara no me ha deparado ninguna sorpresa. Salvo la tendencia y el gusto que tiene por practicar sexo en público es como otras muchas protagonistas. Sin embargo en Max sí que he encontrado un punto que le distingue. Goza del atractivo, poder económico y lujuria de la que dan muestra todos los protagonistas de novela erótica que he leído hasta la fecha pero, como el título de la novela bien señala, es un tipo encantador. Christina Lauren nos presentan un hombre deseoso de hacer feliz a una mujer: abierto al diálogo, comprensivo y complaciente, detallista, persistente en su medida justa, sin traumas ni inclinaciones perversas -salvo las que sepa que pueden hacer feliz a Sara-, dulce y sensual....
Sí, Max es un bombón de los pies a la cabeza.
La trama de la novela es muy sencilla y la profusión de escenas sexuales abundante. La mayor parte de la novela se va en la descripción de los audaces y lujuriosos encuentros de sus protagonistas. No hay grandes secretos, ni traumas oscuros, ni dramas demoledores y el toque de intriga, si lo hay, lo aporta el hecho de descubrir de qué forma ideará Max su próximo encuentro. Metidos en faena el lenguaje es sucio, pero común. Siendo como es una novela erótica no me ha sorprendido. He disfrutado con los diálogos rápidos y provocadores que se dan entre ellos, y con el toque de humor que se nos ofrece con ellos y con alguna que otra escena que se nos presenta.
De rápida y sencilla lectura, Beautiful stranger. Un desconocido encantador, es una alegre novela con un buen número de escenas sexuales. A destacar: su protagonista masculino. Max resulta de lo más atractivo, sexy, solícito y seductor, por lo que no dudo que a muchas les gustaría arrastrar uno igual hasta su casa...

Aqui os dejo el link de descarga: Un desconocido encantador

lunes, 24 de febrero de 2014

Métodos de estudio universitario. Nuevas tecnicas para aprender a estudiar

¿Qué métodos de estudio universitario conoces? Desde la escuela primaria, a la mayoría de los estudiantes se nos ha enseñado la manera “correcta” de estudiar: dedicación, concentración y memoria. Lo tradicional es encerrarte en una habitación en silencio, y no salir hasta haber aprendido todo el material. Sin embargo, recientemente el New York Timespublicó una investigación que revela nuevos métodos de estudio universitario, y algunos de ellos, a pesar de parecer ridículos o sin sentido a primera impresión, realmente ayudan a estudiar mejor. A continuación presentamos algunas de estas tecnicas de estudio universitario, que han sido probadas bajo rigor científico, y funcionan en la mayoría de los estudiantes. Si estás buscando las mejores tecnicas de estudio para tí, también puedes revisar nuestro artículo sobre cómo estudiar mejor.

Métodos de estudio universitario: lo básico

Alterna los espacios de estudio 
Aunque algunas personas prefieren encerrarse en una habitación, o incluso en la biblioteca, los científicos cognitivos sugieren que cambiar varias veces el espacio de estudio es una forma más eficaz de conservar la información. De acuerdo con el New York Times, la memoria asocia conceptos según la ubicación en donde estemos, y el cambio de sus lugares de estudio aumenta la probabilidad de recordar lo que vamos aprendiendo.
Estudia y haz tareas en grupo
Nunca subestimes el poder de tus compañeros, especialmente cuando se trabaja a través de un conjunto de problemas difíciles o una tarea de comprensión de lectura. Dividir la carga de trabajo es una buena forma de acelerar el proceso y asegurarse de que se entiende el material. Una de las mejores tecnicas para aprender a estudiar es hacerlo en grupos de a dos o cuatro. Incluso podrás hacer nuevos amigos mientras estudias.
Usa tarjetas 
A veces, los mejores hábitos son los que hemos utilizado siempre. Las tarjetas pueden parecer infantiles, pero siguen funcionando igual de bien como tecnicas de estudio universitario. Al escribir notas y definiciones más de una vez, la información dejará su huella en tu memoria, y las tarjetas son una de las formas de estudiar más útiles, ya que te ayudan a desarrollar y utilizar dispositivos mnemotécnicos y frases asociativas.
Toma pruebas
Por mucho que podamos odiar las pruebas, el New York Times informa que las evaluaciones formales no sólo consolidan los conocimientos, sino que los mejoran. Las pruebas consistentes nos pueden ayudar a volver a aprender y recordar información, y verás sus frutos cuando te pregunten las mismas cosas en el examen final.
Duerme!
Mejores tecnicas de estudio
Una de las mejores tecnicas de estudio: las tarjetas
De todos los métodos de estudio universitario, este es el más fácil y el más importante. Una mente cansada es una mente lenta. Duerme lo suficiente y ve cómo suben tus calificaciones.
No te categorices
Los estudiantes a menudo se clasifican a sí mismos como aprendices visuales o auditivos, o como pensadores del hemisferio izquierdo o derecho del cerebro y así buscan formas de estudiar que se adapten a ellos. Según el New York Times, las investigaciones han demostrado que estas distinciones son en gran medida erróneas. Es más importante determinar qué estrategias de estudio sirven para ti que preocuparte por qué tipo de persona eres. Más adelante veremos algunos metodos de estudio para universitarios con los cuales podrás empezar a encontrar uno que te sirva.
Ve a clase
Éste puede parecer obvio, pero la verdad es que muchas veces dejamos de ir a algunas clases por varios motivos. Quizás son largas y aburridas, o quizás comienzan en un horario que no nos agrada. Puedes pasar horas buscando las mejores tecnicas de estudio, pero la mejor manera de prepararse para los exámenes es asistir a clases y participar. Cada clase en la que repases el material contará como una sesión de estudio para el examen, y estarás mucho más preparado que tus compañeros que no asistieron.
No te sumerjas demasiado en el material de estudio
A la hora de estudiar, calidad es mejor que cantidad. Los científicos han descubierto que la inmersión no es un método eficaz de estudio. En lugar de limitarte a un solo tema y pasar horas tratando de dominarlo, es mejor ir pasando por varios temas que estén relacionados entre sí. Es menos aburrido y aprenderás mucho más.
Administra tu tiempo
La única cosa peor que tener una fecha límite es pasarse de la fecha límite. Manténte organizado, no dejes para mañana lo que puedas estudiar hoy, y verás como a la larga el proceso de estudio se hace más manejable.

Tecnicas de estudio universitario

Tecnicas de estudio universitario
Tecnicas de estudio universitario
Estos metodos de estudio para universitarios servirán para optimizar tus tiempos de estudio antes, durante y después de las clases.
1. Revisa el programa de la asignatura antes de la clase. Repasa los libros de texto. Trata de comprar los libros de texto unas semanas antes de que comience el semestre para tener una idea de qué serán las clases.
2. Toma notas rápidas en clase.
3. Ve a clases. Lee el material y pregunta todas tus dudas al profesor. Los exámenes suelen ser en torno a lo que está escrito en los libros. El profesor esta allí para interpretar y aclarar lo leído, y a veces dar su opinión. Lo importante es que puedas estudiar y aprender por tu cuenta, y solo depender del docente para evacuar tus dudas.
4. No tomes notas de lo que ya está escrito en el libro. Resalta las partes importantes y escucha la forma en que el profesor lo relaciona con lo que ya has aprendido. Recuerda que el profesor puede dar su opinión en clase o hacer comentarios con los que tú no estés de acuerdo. Si este es el caso, no le lleves la contra, simplemente estudia los hechos concretos y aprende lo que está en el material.
5. Si algo se repite más de dos veces en el material, es casi seguro que va a estar en el examen.
6. Estudia por lo menos una hora todos los días antes de la próxima clase. Cada hora de lectura que hagas durante la cursada, será una hora menos que perderás aprendiendo el material pocas semanas antes del examen. Algunas formas de estudiar pueden incluir la lectura del libro, revisar tus notas, tareas, navegar por la web para obtener información sobre la clase, etc. Los buenos hábitos y métodos de estudio universitario hacen la diferencia entre un estudiante promedio y uno sobresaliente.
7. No permitas que las actividades sociales te distraigan antes de estudiar. Si tienes que socializar, es bueno tener un grupo de estudio. Los estudiantes universitarios más tímidos se beneficiarán con esto porque estarán en contacto con sus compañeros, y los más holgazanes también, porque tendrán que sentarse a estudiar el material hasta que termine la sesión.
8. Planifica tus descansos a corto y largo plazo. Si tienes una fiesta la noche del sábado, sabes que tendrás que pasar la tarde en la biblioteca. Si vas a pasar el día estudiando, planea una hora de descanso por la noche, y hazte alguna recompensa para el postre.
9. Si tus amigos están en diferentes cursos, planea reunirte con ellos durante períodos de estrés, especialmente durante la semana de exámenes. Las caminatas por la noche te servirán para relajarte y dejarán en ti grandes recuerdos.
10. Si has tomado más asignaturas de las que puedes soportar, siempre puedes dejar una o dos para más adelante. Cada alumno tiene su propio ritmo, así que no te preocupes si ves a tus compañeros ir más rápido o más despacio que tú.
11. Siempre memoriza las palabras en negrita en los libros de texto. Incluso aunque el profesor no las mencione durante la clase, puede asumir que tú las has tenido en cuenta a leer el material.
12. Imagina que cada examen que se toma en la universidad será una prueba para tu futuro empleo. Esto no es la escuela secundaria, donde a lo sumo conseguías una mención de honor. Las calificaciones que obtengas pueden afectar la cantidad de dinero que ganes en el futuro, o las probabilidades de incluso conseguir un trabajo mejor más adelante.
Y para finalizar, recuerda que lo más importante durante la etapa universitaria es hacer grandes amigos y contactos para el futuro, así que no te estreses si no consigues las más altas calificaciones, siempre podrás encontrar (o crear) un empleo que te agrade, junto con tus compañeros de estudio. Espero que estos métodos de estudio universitario te sirvan y te hagan llegar bien lejos. Buen estudio!

Cómo estudiar mejor: tips sobre cómo aprobar un examen sin estudiar tanto


Hoy traemos algunos consejos sobre cómo estudiar para un examen y cómo estudiar mejor, más preparado y mejor descansado. En esta publicación adquiriremos algunas habilidades nuevas, desde cómo concentrarse para estudiar, hasta cómo estudiar más rápido, y algunas técnicas como estudiar dormido o estudiar cuando no tienes ganas. Si ya estás en la universidad, puedes visitar nuestro artículo sobre Métodos de estudio universitario también.

Cómo estudiar mejor: prepara tu cuerpo

  • Mueve una pierna. La falta de sangre es una razón muy común de falta de concentración. Si has estado sentado en un sólo lugar por algún tiempo, mueve una de tus piernas durante un minuto o dos. Eso hará que fluya de manera mejor tu sangre, y se agudizarán tu concentración y retención.
  • Comida para la mente: Desayuna. Mucha gente no desayuna, pero frecuentemente nuestra creatividad se encuentra al máximo en la mañana y nos ayudaría mucho tener algunas proteínas con las cuales alimentar a nuestro cerebro. La falta de vitaminas puede causarnos dolores de cabeza.
  • Comida para la mente, parte 2: Come un almuerzo ligero. El ingerir demasiados alimentos en el lunch podría causarte sueño. Pero podrías tomar ventaja de esto tomando una “siesta para pensar” mucha gente aun no sabe como hacerlo.
  • Reduce estrés + depresión. El estrés y la depresión pueden reducir la capacidad para retener información y así coartar o inhibir nuestro aprendizaje. Algunas veces todo lo que necesitas es más luz blanca y comida saludable.

Cómo estudiar mejor: prepara tu mente

  • Duerme pensando en ello. Maxwell Maltz escribió acerca de esto en su libro: Psycho-Cybernetics ahi mismo narra el caso de un hombre que ganaba mucho dinero por dar ideas. El se encerraba en su oficina, cerraba ventanas y apagaba las luces. Se concentraba fuertemente en el problema, luego, tomaba una pequeña siesta. Cuando despertaba, la mayoría de las ocasiones tenía el problema resuelto.
  • Toma un descanso. Cambia de perspectiva mental o física para disminuir el estrés imperceptible que a veces puedes presentarse cuando llevas mucho tiempo sentado en un mismo lugar, concentrado en aprender o memorizar algo. Tomar un descanso de 5 a 15 minutos por cada hora de estudio es más beneficioso que estudiar sin descanso. El descanso le da a tu mente tiempo de relajarse y absorber información de manera más eficiente. Si quieres tomarte muy en serio esto de los descansos, puedes intentar un descanso de 20 minutos por cada ciclo de 90 minutos.
  • Una pequeña caminata. Cambiar tu perspectiva a menudo ayuda a liberar la tensión, y a la vez se despierta tu mente creativa. Hacer una ligera caminata por el vecindario puede ayudarte.
  • Cambia tu enfoque. A vece simplemente no hay suficiente tiempo para tomar un descanso prolongado. Si este es tu caso, cambia el tema en el cual te concentras. Alterna entre temás técnicos y no técnicos (una lectura de una novela o cuento puede ayudar).

Cómo estudiar mejor: aprende a concentrarte

  • Cambia tu enfoque. Hay 3 principales formas de aprender: visual, sinestésica, y auditiva. Si alguna no está funcionando para ti, prueba con otra.
  • Realiza una caminata para meditar. Si estás tomando una pequeña caminata, ve un paso más adelante y practica la caminata para meditar, como una forma de fortalecer tu habilidad para concentrarte. 
  • Concéntrate y no te distraigas. Concéntrate en lo que sea que estés estudiando. No trates de ver la televisión al mismo tiempo o preocuparte por otras cosas, que nada tengan que ver con tu estudio. La ansiedad coartará tu capacidad de absorción de ideas e información.
  • Apaga las luces. Esta es una forma de concentrarse (si no estás practicando la meditación). Siéntate en la oscuridad y aleja todo lo que pueda distraerte. Esta es una forma ideal de aprender de manera sinestésica, por ejemplo, aprender los acordes de una guitarra.
  • Toma un baño o una ducha. Ambas actividades te relajan, haciendo tu mente más receptiva a las grandes ideas.

Cómo estudiar de memoria: algunas técnicas de memorización

  • Escuchar música. Los investigadores han demostrado durante largo tiempo que cierto tipo de música es ‘la clave’ para mejorar la memorización y el retenimiento. La información aprendidamientras se escuchaba una canción en particular, puede ser recordada de manera sencilla, con tal solo ‘reproducir’ la canción mentalmente.
  • Lectura rápida. Algunas personas creen que el leer de manera rápida, provocará que pierdas información vital. El hecho es que, una eficiente lectura rápida tendrá como resultado filtrar información irrelevante. Si es necesario, siempre podrás leer y re-leer a menor velocidad. Una ayuda online para quienes buscan aprender cómo estudiar rápido, es Spreeder, una aplicación que permite entrenar la velocidad de lectura de manera gradual.
  • Usa siglas y otros recursos mnemotécnicos. Los mnemónicos son formas de cómo estudiar esenciales para recordar información. Algunos trucos son tan efectivos, que con una aplicación adecuada podrás recordar mucha información incluso después de algunos años de haberla aprendido.

Cómo estudiar mejor utilizando recursos visuales

  • Cada imagen cuenta una historia. Dibuja o haz un boceto de lo que sea que estés tratando de memorizar. Teniendo una idea concreta de lo que quieres aprender, es más fácil lograrlo.
  • Mapas mentales. Necesitas planear algo? Los mapeos del cerebro, o mapas mentales ofrecen una manera sencilla de obtener un vistazo general de nuestro proyecto y a la vez nos da la capacidad de agregar detalles de forma sencilla. Con los mapeos mentales, podrás ver o encontrar de manera sencilla relaciones entre ideas diferentes, y también pueden servir de receptáculo para una sesión de lluvia de ideas (Brainstorm).
  • Aprende simbolismo y semiótica. La semiótica es el estudio de los signos y símbolos. Teniendo conocimiento sobre el siginificado de los símbolos en una disciplina en específico, ayuda al aprendizaje y te permite recordar o almacenar información de manera más eficaz y sencilla, además podrás ahorrar tiempo con métodos como estudiar solo asociando las partes del texto que necesitas a anclas o indicadores clave.
  • Usa un diseño de información. Cuando registras informacion la cual tiene una estructura inherente, aplicar diseños de información facilita su comprensión y transporte. Una gran fuente es Information Aesthetics, la cual brinda excelentes ejemplos de diseños de información, así como links a sus recursos.
  • Usa técnicas visuales de aprendizaje. Intenta con gliffy para diagramas estructurados. También echale un vistazo a Inspiration.com para explicaciones sobre mapas de concepto, mapas de ideas, diagramas, etc.
  • Mapea tu flujo de tareas. El aprendizaje a menudo requiere adquirir conocimiento en un orden específico. Organizar tus pensamientos e ideas en base a lo que necesitas aprender es un método muy poderoso de prepararte para completar tareas o aprender nuevos temas.

Cómo estudiar mejor utilizando técnicas verbales y auditivas

  • Estimular las ideas. Practica juegos de rimas, completa palabras sin sentido. Estas actividades te relajan y activan tu creatividad, haciéndote más receptivo al aprendizaje.
  • Lluvia de ideas (brainstorm). Esta es una técnica consagrada y altamente recomendada que combina actividad verbal, escritura, y colaboración. (Una persona puede hacer lluvia de ideas, pero es aún más efectiva en grupo.) La lluvia de ideas dará mejores resultados si recuerdas estas reglas: Primera, no descartes ni ‘calles’ las ideas de alguien. Segunda, no ‘edites’ ni clasifiques nada mientras dure la lluvia de ideas; sólo registra todas las ideas primero, descártalas después. El participar en lluvias de ideas te ayuda determinar lo que previamente ya sabías acerca de algo, y lo que no sabías.
  • Aprende cómo estudiar dormido. Realiza tus propias grabaciones leyendo tus apuntes en voz alta, súbelas al iPod (o cualquier reproductor de mp3) y duérmete sobre ellas. Literalmente. Pon el iPod bajo tu almohada y reproduce tus lecciones de lenguaje o cualquier cosa que estés aprendiendo.
  • Ríe. Reírse relaja el cuerpo. Un cuerpo relajado es más perceptivo a nuevas ideas.

Cómo estudiar solo: usa estas técnicas sinestésicas

  • Escribe, no teclees. Mientras que escribir tus notas en la computadora es genial para la posteridad, escribir a mano estimula las ideas. Si bien es tan útil estudiar de un libro como estudiar por internet, el simple acto de sostener una pluma o lápiz al escribir masajea puntos de acupuntura en la mano, los cuales estimulan las ideas.
  • Lleva contigo un cuaderno de notas todo el tiempo. Samuel Taylor Coleridge soñó las palabras del poema “In Xanadu (did Kubla Khan)…”. Cuando despertó, escribió todo lo que pudo recordar, pero se distrajo por un visitante y olvidó el resto del poema. Para siempre. Si has practicado la ‘caminata de meditación’ o cualquier clase de siesta productiva, las ideas probablemente lleguen de manera espontánea. Escríbelas inmediatamente.
  • Organízate. Usa pestañas de colores para dividir tu cuaderno de notas o tu diario. Ambas son excelentes maneras de dividir las ideas para hacer una futura referencia de maner más sencilla.

Cómo estudiar cuando no hay ganas: usa técnicas de Auto-motivación:

  • Motívate a ti mismo. ¿Por qué quieres aprender algo? ¿Cuál es la meta que deseas alcanzar mediante el aprendizaje? Si no sabes para qué quieres aprender, las distracciones aparecerán con más facilidad.
  • Piensa positivamente. No sirve de nada proponerte metas de aprendizaje si no tienes fé en tu habilidad para aprender.
  • Todas las habilidades se aprenden. Con excepción de las funciones corporales, todas las habilidades en esta vida son aprendidas. Hablando de manera general, si una persona puede aprender algo, tu también puedes. Tal vez tendrás que esforzarte un poco más, pero si te has planteado una meta viable, es sin duda una meta realizable.
  • Prepárate para aprender. Pensar positivamente no es suficiente para alcanzar las metas efectivamente. Esto es especialmente importante cuando eres un adulto, pues probablemente tendrás muchas distracciones alrededor de tu vida diaria. Implementa formas de reducir las distracciones, como estudiar solo, al menos por unas cuantas horas al día, si te haces el hábito ya nadie te lo quitará.
  • Prepárate, parte 2. La naturaleza humana es tal que no todos en tu vida te desearán el bien en tu auto-mejoramiento y tus planes de aprendizaje. Intencionalmente o Subconscientemente te pueden distraer de tu meta. Si tienes que ir a clases después del trabajo, asegúrate que tus colegas de trabajo lo sepan, que no puedes quedarte hasta tarde. La diplomacia funciona mejor si tu jefe intencionalmente te deja trabajos en los días en que sabe que tienes que irte. Reprograma tus lecturas para otra hora si es necesario/posible.
  • Oblígate. La mayoría de la gente necesita estructurar sus vidas. La libertad a veces da miedo. Es como el caos. Pero incluso el caos tiene un orden dentro de sí. Obligándote a ti mismo (como por ejemplo, ponerte fechas límite, limitando tu tiempo, ideas o herramientas), puedes frecuentemente lograr más en menos tiempo.

Cómo estudiar mejor: Técnicas de estudio suplementarias

  • “Cruza” tus intereses. Las neuronas que conectan con neuronas existentes te dan nuevas perspectivas y habilidadespara utilizar los conocimientos adicionales en maneras novedosas.
  • Aprende otro idioma. Las nuevas perspectivas te dan la habilidad de “cruzar” conceptos culturales y llegar a nuevas ideas. También, a veces leer un libro en su idioma original te otorga beneficios perdidos en la traducción.
  • Conoce qué sabes y qué no. Muchas personas dicen “Soy tonto” o “No sé nada de eso”. El hecho es que mucha gente no se da cuenta de lo que realmente sabe sobre un tema. Si quieres aprender sobre un tema, es necesario que sepas qué es lo que ya sabes al respecto, descubre qué es lo que no sabes, y entonces apréndelo.
  • Haz multi-tareas para procesos de fondo. Hacer multi-tareas de forma efectiva te permite aprovechar un tiempo limitado para cumplir algunas tareas. El aprendizaje también puede ser aprovechado mediante multi-tareas. Al decir multi-tareas efectivo no me refiero a hacer dos o más cosas al mismo tiempo. No es posible. Sin embargo, Puedes lograr desarrollar efectivamente multi-tareas con un acercamiento correcto y preparando la mente para eso. Por ejemplo, un escritor independiente de éxito aprende a manejar varios artículos a la vez. Investiga sobre el primer ensayo y permite a los procesos de fondo del cerebro actuar. Concientemente, continúa con el segundo ensayo. Al investigar sobre el segundo ensayo, el primero “se escribirá solo”. Asegúrate de registrarlo cuando “llegue a tí”.
  • Usa el tipo correcto de repeticion. Los conceptos complejos a menudo necesitan una revisión en orden para ser completamente captados. A veces, para ciertas personas, puede tomar meses, o años. La repetición de conceptos y teorías con varios ejemplos concretos como estudiar de memoria mejora la absorción y acelera el aprendizaje.
  • Obtén las herramientas necesarias. Obviamente, hay toda clase de herramientas para el aprendizaje. Si estás aprendiendo en línea, como un creciente grupo de personas actualmente, entonces considera tus herramientas en línea. Una de las mejores herramientas de investigación en línea es el Navegador Web Firefox, que tiene bastantes extensiones (add-ons) con toda clase de características útiles. Una es Googlepedia, que muestra de manera simultánea listados de la herramienta de búsqueda Google cuando buscas por un término, con entradas similares de la Wikipedia.
  • Aprende a resolver problemas complejos. Para la mayoría de las personas, la vida es una serie de problemas por resolver. Aprender es parte del proceso. Si tienes un problema complejo, necesitas aprender el arte de resolver problemas complejos.

Cómo hacer para estudiar mejor: técnicas de estudio para aprende a aprender

  • Usa pirámides de información. El aprendizaje se da en etapas. Construye bases de conocimiento sobre las cuales podrás añadir conceptos avanzados.
  • Usa videojuegos. Los videojuegos tienen una mala reputación por ciertos juegos violentos, pero los videojuegos en general pueden ser una ayuda efectiva al aprendizaje.
  • Interpreta un rol. La gente joven a menudo aprende mejor siendo parte de una experiencia de aprendizaje. Por ejemplo, la historia se absorbe más fácilmente al reactuarla.
  • Cuenta historias. Venus Atrapamoscas, un personaje de la comedia WKPR en Cincinati, una vez le enseñó a un estudiante pandillero acerca de los átomos, protones y electrones diciéndole que un átomo era un gran vecindario y que los protones y neutrones tenían su propio pequeño vecindario y nunca se mezclaban. Como pandillas rivales. La historia funcionó, y el entendimiento se notó en los ojos del estudiante.
  • Emplea el aprendizaje aplicado. Si un estudiante de preparatoria tuviera problemas de matemáticas, digamos con las fracciones, un ejemplo de aprendizaje aplicado puede ser la cocina, la medición de los ingredientes. Cocinar puede ser tan complejo como estudiar matemáticas, pero al ser una actividad tangible, es mucho más fácil de asimilar.

Cómo estudiar todos los días:

  • Colabora. Si estudiar solo no funciona, tal vez un grupo de estudio ayudará.
  • Hazlo con los demás; enseña algo. La mejor manera de aprender mejor algo es enseñarselo a alguien más. Te fuerza a aprender, si estás suficientemente motivado para compartir tu conocimiento.
  • Escribe acerca de ello. Una manera efectiva de “enseñar” algo es crear un FAQ o un wiki que contenga todo lo que sabes sobre un tema. O un blog acerca del mismo. Hacer esto te ayuda a darte cuenta de lo que sabes y más importante aún, lo que no sabes. Ni siquiera necesitas gastar dinero si usas una cuenta gratis como Typepad, WordPress o Blogger.
  • Aprende por experiencia. Bastante obvio, ¿cierto? Significa invertir el tiempo necesario. Un experto es a menudo definido como alguien que ha puesto 10 000 horas en alguna experiencia. Eso son aproximadamente 5 años de 40 horas semanales, cada semana. ¿Eres un experto sin darte cuenta? Si no, ¿Tienes la dedicación para ser uno?
  • Interrógate. Probar qué tanto has aprendido reforzará la información. Las tarjetas con preguntas son una de las mejores maneras, y no son sólo para niños.
  • Planea tu aprendizaje. Si tienes un plan a largo plazo para aprender algo, entonces, en palabras de Led Zeppelin, “Hay dos caminos por los que puedes llegar”: puedes tomar una vía casual de acercamiento al aprendizaje, o puedes poner un poco de planeacion para hallar un camino óptimo. Planea tu tiempo y balancea tu aprendizaje y tu vida.

Cómo estudiar para un examen: consejos previos al día decisivo

  • Insiste. No te rindas en el aprendizaje al ver tareas intimidatorias. Cualquier cosa que un ser humano puede aprender, los demás también pueden. ¿No fue Einstein quien dijo “El genio es 1% inspiración y 99% transpiración”? Edison también lo dijo.
  • Festeja antes de un examen. Bueno, no vayas tan lejos. La clave está en relajarse. Lo peor que puedes hacer la noche antes del examen es estudiar. Si no sabes para entonces un tema, estudiar no te va a ayudar. Si has estudiado, simplemente repasa el tema, y entonces haz algo agradable (no más estudio). Hacer esto le dice a tu cerebro que estás preparado y que podrás recordar todo lo ya aprendido. Por otro lado, si no pasaste el semestre aprendiendo las ideas necesarias, igualmente puedes ir a celebrar porque estudiar no servirá de mucho a esas alturas.

Beneficios de la lectura








Dicen que a la lectura sólo hay que dedicarle los ratos perdidos, que se pierde vida mientras se lee. Lo cierto es que, agradable pasatiempo para muchos, obligación para otros, leer es un beneficioso ejercicio mental. Rendir culto al cuerpo está en boga, pero ¿y dedicar tiempo al cultivo de la mente? “Al igual que nos cuidamos y vamos cada vez más al gimnasio, deberíamos dedicar media hora diaria a la lectura”, sostiene el escritor catalán Emili Teixidor, autor de La lectura y la vida (Columna) y de la exitosa novela que inspiró la película Pa negre.

Favorecer la concentración y la empatía, prevenir la degeneración cognitiva y hasta predecir el éxito profesional son sólo algunos de los beneficios encubiertos de la lectura. Sin contar que “el acto de leer forma parte del acto de vivir”, dice el ex ministro Ángel Gabilondo, catedrático de Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid y autor del reciente ensayo Darse a la lectura (RBA). Para Gabilondo, la lectura “crea, recrea y transforma. Una buena selección de libros es como una buena selección de alimentos: nutre”.

De la lectura de los primeros jeroglíficos esculpidos en piedra a la de la tinta de los pergaminos, o a la lectura digital, el hábito lector ha discurrido de la mano de la historia de la humanidad. Si la invención de la escritura supuso la separación de la prehistoria de la historia, la lectura descodificó los hechos que acontecían en cada época. Los primeros que leyeron con avidez fueron los griegos, aunque fuesen sus esclavos quienes narraban en voz alta los textos a sus amos. Siglos más tarde, la lectura se volvió una actividad silenciosa y personal, se comenzó a leer hacia el interior del alma. “Los grecolatinos vinculaban la lectura a la lista de actividades que había que hacer cada día”, sostiene Gabilondo. “Convirtieron el pasatiempo en un ejercicio: el sano ejercicio de leer”. Fueron los romanos quienes acuñaron el “nulla dies sine linea” (ni un día sin [leer] una línea).

¿Por qué es tan saludable? “La lectura es el único instrumento que tiene el cerebro para progresar –considera Emili Teixidor–, nos da el alimento que hace vivir al cerebro”. Ejercitar la mente mediante la lectura favorece la concentración. A pesar de que, tras su aprendizaje, la lectura parece un proceso que ocurre de forma innata en nuestra mente, leer es una actividad antinatural. El humano lector surgió de su constante lucha contra la distracción, porque el estado natural del cerebro tiende a despistarse ante cualquier nuevo estímulo. No estar alerta, según la psicología evolutiva, podía costar la vida de nuestros ancestros: si un cazador no atendía a los estímulos que lo rodeaban era devorado o moría de hambre por no saber localizar las fuentes de alimentos. Por ello, permanecer inmóvil concentrado en un proceso como la lectura es antinatural.
Según Vaughan Bell, polifacético psicólogo e investigador del King’s College de Londres, “la capacidad de concentrarse en una sola tarea sin interrupciones representa una anomalía en la historia de nuestro desarrollo psicológico”. Y aunque antes de la lectura cazadores y artesanos habían cultivado su capacidad de atención, lo cierto es que sólo la actividad lectora exige “la concentración profunda al combinar el desciframiento del texto y la interpretación de su significado”, dice el pensador Nicholas Carr en su libro Superficiales (Taurus). Aunque la lectura sea un proceso forzado, la mente recrea cada palabra activando numerosas vibraciones intelectuales.

En este preciso instante, mientras usted lee este texto, el hemisferio izquierdo de su cerebro está trabajando a alta velocidad para activar diferentes áreas. Sus ojos recorren el texto buscando reconocer la forma de cada letra, y su corteza inferotemporal, área del cerebro especializada en detectar palabras escritas, se activa, transmitiendo la información hacia otras regiones cerebrales. Su cerebro repetirá constantemente este complejo proceso mientras usted siga leyendo el texto.
La actividad de leer, que el cerebro lleva a cabo con tanta naturalidad, tiene repercusiones en el desarrollo intelectual. “La capacidad lectora modifica el cerebro”, afirma el neurólogo Stanislas Dehaene, catedrático de Psicología Cognitiva Experimental del Collège de France en su libro Les neurones de la lecture (Odile Jacob). Es así: hay más materia gris en la cabeza de una persona lectora y más neuronas en los cerebros que leen. El neurocientífico Alexandre Castro-Caldas y su equipo de la Universidad Católica Portuguesa lo demostraron en uno de sus estudios, junto a otro curioso dato: comparando los cerebros de personas analfabetas con los de lectores, se verificó que los analfabetos oyen peor.

“Hay que leer con intensidad, despacio, con cuidado, viviendo la vida de las palabras”, dice Gabilondo. Al cobrar vida cada palabra, la imaginación echa a volar. El poder de la mente es tan fuerte que recrea lo imaginado, activando las mismas áreas cerebrales que se accionarían si se ejecutara la acción en la realidad. Lo demuestra un estudio de la Universidad de Washington a cargo de la psicóloga Nicole K. Speer. En un artículo publicado en la revista Psychological Science en el 2009, Speer afirma: “Los lectores simulan mentalmente cada nueva situación que se encuentran en una narración. Los detalles de las acciones registrados en el texto se integran en el conocimiento personal de las experiencias pasadas”.

Además de alimentar la imaginación y favorecer la concentración, la lectura ayuda a mejorar algunas habilidades sociales, como la empatía. Un ávido lector rápido aprende a identificarse con los personajes de las historias que lee y, como bien sostiene Emili Teixidor, “está más dispuesto a abrirse a otras vidas”. El psicólogo Raymond Mar y su equipo de la Universidad de Toronto probaron en el 2006 que las personas que consumen novelas son más empáticas respecto a los lectores de libros especializados o los no lectores. Al medir las habilidades sociales y el modo de interactuar de los dos tipos de lectores, los lectores de géneros literarios resultaron tener una mayor facilidad para ponerse en la piel del otro.

Pero no sólo es más empático quien lee, sino también mejor orador. Como dijo Cicerón, “a hablar no se aprende hablando, sino leyendo”. Lejos de la imagen solitaria e introvertida con la que se identifica al lector, lo cierto es que las personas lectoras desarrollan más sus habilidades comunicativas. “Al enriquecer el vocabulario y mejorar la sintaxis y la gramática; aprendemos a hablar adecuada y justamente”, sostiene Gabilondo. Hacer un correcto uso del lenguaje está bien valorado socialmente, por ello, quienes nutren su dialéctica mediante el hábito lector son percibidos por los otros como personas con gran capacidad de liderazgo. Son más apreciados profesionalmente. Según un estudio de la Universidad de Oxford, la lectura por placer predice el éxito profesional. Quien fue un ávido lector en su adolescencia tiene más posibilidades de triunfar en su madurez. Durante más de dos décadas, el equipo de investigación del psicólogo Mark Taylor analizó los hábitos y actividades de casi 20.000 jóvenes con ánimo de conocer qué actividades predecían el éxito profesional al cumplir 30. Ninguna práctica extracurricular –como hacer deporte o ir al cine–, evaluadas junto a la lectura, lograron tener un impacto significativo en el éxito profesional. Sólo la lectura. Las mujeres que a los 16 años leían libros por puro placer tenían el 39% de probabilidades de alcanzar un puesto de gerencia frente al 25% de las mujeres no lectoras. Para los hombres, que suelen tener más posibilidades de llegar a altos puestos directivos, la cifra pasaba de un 48% entre quienes no leían a los 16 años, a un 58% entre los que sí lo hacían.

Claro que también hay que leer en la madurez y en la vejez. El ejercicio de leer cobra sentido al final de nuestras vidas. Neurólogos y psicólogos recomiendan “la lectura como método preventivo del alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas”, señala el doctor Pablo Martínez-Lage, coordinador del grupo de estudio de conductas y demencias de la Sociedad Española de Neurología. Cuando una persona comienza a padecer síntomas de demencia y a perder autonomía, influyen dos factores: las lesiones que ha producido la enfermedad y la pérdida de la capacidad de compensar. Compensar es poner a funcionar áreas del cerebro que antes no funcionaban, poner en marcha la reserva cognitiva, es decir, la capacidad intelectual acumulada a lo largo de su vida mediante conocimientos y actividades intelectuales. Para disponer de una buena reserva cognitiva es importante tener una vida intelectualmente activa. “Quienes se mantienen mentalmente en forma a lo largo de su vida, corren menos riesgo de padecer alzheimer, parkinson o enfermedades cardiovasculares”, concluye Martínez-Lage.


Los beneficios de la lectura no son únicamente personales. “Leer no sólo afecta a la cultura social, sino también a la economía y al comercio de un pueblo”, sostiene Emili Teixidor. Para el escritor, la lectura ayuda a exportar cultura fuera de nuestro país: “Ya que España no tiene petróleo, ¡tendrá que exportar inteligencia!”. También cabe recordar que a lo largo de la historia la lectura siempre fue uno de los vehículos de la democracia. “En países autoritarios la lectura siempre estará perseguida por contribuir a desarrollar la libertad de expresión, la cultura y la información”, afirma César Antonio Molina, ex ministro de Cultura y director de la Casa del Lector. Leer siempre tuvo el poder de transformar la sociedad, “y, si no, ¡fíjese en todos los que leyeron los evangelios!”, sostiene Teixidor. El escritor recuerda una anécdota, “ahora en el quiosco venden muy barato el Manifiesto Comunista de Karl Marx, en mis tiempos de estudiante hubieran perseguido al quiosquero“. Muchos libros fueron la clave del desarrollo de algunos acontecimientos históricos y ahora, en momentos de incertidumbre y crisis, la lectura debería adquirir protagonismo. No sólo como buena compañera de viaje para evadir y serenar. “No hay que refugiarse en la lectura, sino emplear su capacidad de modificar el estado de las cosas”, dice Gabilondo. Según el filósofo, hay que utilizar el poder de la lectura para transformar la sociedad.