Desde hace más de cincuenta años, un misterioso sonido proveniente de las profundidades oceánicas antárticas ha despertado el interés de los biólogos y los militares de varios países del mundo. Este sonido, que según los testigos se asemeja considerablemente al graznido de un pato, ha sido motivo de numerosas teorías que han ido desde la posibilidad de la existencia de dispositivos militares no declarados colocados en el fondo, hasta el hecho de que fueran emitidos por animales desconocidos. Ahora, después de décadas, los científicos han dado por fin con la respuesta a este misterio de la Antártida.
El misterioso sonido subacuático
El sonido es, básicamente, una serie de pulsosde baja frecuencia muy repetitivos en el tiempo y espaciados en grupos a 3,1 segundos uno de otro. Debido a su estabilidad y duración, los científicos pensaron al principio que sólo podía tratarse de un dispositivo creado por el ser humano, posiblemente proveniente de submarinos. No obstante, la idea de que podía tratarse de un animal poco a poco fue tomando forma, aunque algunos decían que eran muy fuertes para tratarse de uno. Por otro lado, de tratarse de un animal, este debía ser una especie migratoria, por cuando los sonidos solo aparecían en la zona entre el mes de octubre y hasta finales de diciembre.
De esta manera comenzó a tejerse el misterio que creció por décadas, y, a pesar del avance de la tecnología, no fue hasta ahora que por fin se ha descubierto la fuente sonora de los famosos graznidos antárticos: lo producen las ballenas de la especie Balaenoptera bonaerensis.
¿Cómo se hizo el descubrimiento?
El descubrimiento se ha hecho gracias a que unos científicos etiquetaron en febrero del 2013 un par de estas ballenas con el objetivo de seguir sus rutas migratorias y su conducta alimentaria, así como sus mecanismos de comunicación. Para ello, en las etiquetas, que iban pegadas al cuerpo con ventosas, iban adjuntos además unos micrófonos que realizaban grabaciones acústicas.
Cuando escucharon las grabaciones, descubrieron que los sonidos contenidos en ellas eran exactamente iguales a los misteriosos sonidos semejantes a los graznidos de pato que han intrigado a tantos durante décadas, y rápidamente publicaron sus resultados en la revista científica Biology Letters, para dar por cerrado el añejo enigma.
Otras preguntas pendientes
Aunque se ha resuelto el misterio de la fuente del sonido, aún se conoce muy poco sobre estas ballenas, y estas grabaciones serán de gran importancia para descifrar más datos sobre su ecología, su conducta vocal, su abundancia y su distribución.
Otras preguntas como por qué emiten este tipo de llamadas, si las hacen ambos sexos o en qué momento de su vida las emiten con mayor frecuencia, están aún pendientes de ser respondidas y pueden ser muy útiles en la elaboración de planes de protección internacional para estos cetáceos que se encuentran en peligro de extinción.
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